El fabricante surcoreano de automóviles busca convertirse en un competidor mundial en el desarrollo de tecnologías con batería de combustible o Fuel Cell Electric Vehicle (FCEV). Este tipo de tecnología funciona cuando la electricidad generada por la unión del hidrógeno almacenado en el vehículo se une con el aire, creando emisión de agua pura y eliminando el 99,9% del polvo ultra fino de la atmósfera, convirtiéndose así, en otra alternativa de movilidad responsable con el medio ambiente.
Para un vehículo con FCEV, el tanque donde se almacena el hidrógeno puede tener la misma capacidad donde se almacena el combustible en los motores convencionales y el tiempo de recarga es similar al de una estación de servicio.
En cuanto a temas de seguridad, Kia Motors y su grupo empresarial no solo satisfacen el estándar de Corea de Sur, sino también el europeo y el estricto esquema global integrado por la ONU, siendo certificados por la resistencia de sus tanques para evitar que el hidrógeno se salga del tanque, e incluso, en cualquier caso de colisión, el almacenamiento de hidrógeno se mantenga protegido.

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